Hola, esta semana vuelvo a las clases virtuales después de una pausa de casi tres meses. Por eso en esta edición comparto uno de mis ritos ineludibles: la construcción de una base de datos maestra para organizar todo el curso. Es el documento que siempre está abierto en mi navegador.
Sigo aprendiendo —a gotas— un poco de griego, usando Duolingo y Drops. La palabra que incorporé esta semana es πανεπιστήμιο (universidad) y se pronuncia “panepistimio”. Lo más complejo sigue siendo el alfabeto, pero de a poco se va quedando en mi cabeza.
Vamos con los recursos de esta entrega.
🗣 ¿Cómo dice que dijo? “Analizar discursos no es solo interpretar lo que estos dicen, sino también lo que no dicen y cómo dicen”. En Discursópolis, un sitio web creado por la lingüista argentina Paula Salerno, puedes revisar análisis de hilos de Twitter, noticias, correos y más.
👩🏫 Pizarra. Witeboard debe ser una de las pizarras digitales más sencillas de usar. Cada vez que ingresas abre una pizarra nueva; si quieres sumar a otras personas, envía el enlace; y si quieres guardar un archivo, crea una cuenta o ingresa con tus credenciales de Google. Además, reconoce algunas figuras geométricas y “corrige” un mal pulso al dibujarlas.
😴 Pestañas dormidas. The Great Suspender era una de mis extensiones favoritas de Chrome para desactivar pestañas y optimizar recursos. Pero a comienzos de febrero Google la retiró de su tienda por contener malware. Gracias a Nicolás Piccoli llegué a The Marvellous Suspender: funciona exactamente igual pero sin invadir tu privacidad. La puedes agregar a tu navegador acá.
🥱 Fatiga visual. Estoy probando Around, una app de video que —se supone— reduce el agotamiento de las videollamadas al centrarse en los rostros, incorporar filtros, prescindir de los fondos y “flotar” en tu pantalla. Se ve bonita pero algo me dice que la solución para la fatiga visual requiere soluciones integrales.
😋 El enlace para procrastinar. Las animaciones 3D de Kyle Szostek en Instagram. Como dicen en Dense Discovery: “conceptos surrealistas que son existencialmente castigadores, pero estéticamente agradables”.
Una base de datos maestra para tu curso
Mi inauguración de semestre ocurre en Google Drive cuando abro una carpeta nueva con el nombre y año del curso. Después creo el primer archivo: una hoja de cálculo que se llama “Planificación”. Se trata de una base de datos que me permite ordenar los siguientes elementos:
Programación: clase a clase, temas a tratar, recursos para compartir, fechas clave.
Lista de curso: nombres de estudiantes, datos de contacto (correo institucional, correo personal, Whatsapp, etc.), comentarios.
Evaluaciones: individuales, grupales, dimensiones de la rúbrica, fórmula para sumar puntajes.
Promedios: resumen del desempeño de calificaciones de cada estudiante.
Llevo una década refinando y mejorando mis bases de datos de curso. En este tutorial te cuento cómo lo hago. Me interesa compartir este proceso con dos objetivos: ayudar a quienes aún se confunden para ordenar la información de sus clases y, además, recibir nuevas ideas para incorporar a la base de datos.
¿Utilizas algo así para tus cursos? Responde este correo y cuéntame más.
Muchas gracias por abrir y leer este correo. Si es tu primera vez acá te dejo un regalo: el enlace a una base de datos gratuita con los más de 160 recursos que he compartido. Espero que te sirvan.
Sala de herramientas es fruto de un esfuerzo no remunerado que hago semana a semana. Si te parece valioso mi trabajo considera hacer una donación. Puedes usar PayPal o Reveniu, si estás en Chile.
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Buen fin de semana,
Patricio Contreras